Va a hacer un mes que nos mudamos de Dunedin a Christchurch y toca contar algo sobre nuestra experiencia aquí. Seguramente todo empezó el 22 de Febrero de 2011, al menos la situación actual, hablamos del terremoto que asoló la ciudad y dejó más de 160 muertos, decenas de heridos y más de 200 desaparecidos.
Chirstchurch es la ciudad más grande de la isla sur y la tercera del país, todo el mundo cuenta que era la ciudad más inglesa de toda Nueva Zelanda y una ciudad preciosa cruzada por el río Avon y con la playa muy cerca. Fotos de su tranvía y la catedral daban la vuelta al mundo. Desgraciadamente el terremoto de 6.3 de magnitud puso final a algunas de las mayores atracciones de la ciudad y al día a día de sus ciudadanos.
Lo que nosotros nos hemos encontrado al llegar dos años después del terremoto es una ciudad en reconstrucción, donde la mayoría de sus calles principales están en obras, donde cientos de familias esperan que sus casas sean derribadas y vueltas a construir, donde las compañías de seguros quebraron y las ayudas prometidas no terminan de llegar a muchos afectados. Nuestro primer día en Christchurch fue desolador, el tiempo no acompañaba y llegar por carretera a esta ciudad desde Dunedin, en un día gris lloviendo sin parar y encontrarse una ciudad por la que circular en coche era una locura, las calles del mapa o no existían o estaban cortadas o ya no eran de dos sentidos; toda la zona centro estaba cortada, mejor dicho vallada e intransitable para peatones y vehículos,la llamada zona roja. Para haceros una idea viene a ser la zona cero de Nueva York. Barrios con calles abandonados donde los vecinos han dejado sus casas porque se encuentran dañadas por el terremoto, porque cuando llueve ahora la zona se inunda, etc...
Hay que decir que se nos cayó el alma a los pies, pero cómo se suele decir despues de la tormenta llega la calma, sale el sol, o las cosas se empiezan a ver con otros ojos, y ese fue nuestro ejercicio, intentar descubrir más allá de los que nuestros ojos veían, el pulso de esta ciudad, que herida en lo más profundo debía conservar su espíritu en alguna parte. Queríamos ver lo que era capaz de mostrarnos.
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New Regent Street |
Y surgió la luz y con ella los pequeños descubrimientos: el Botanic Garden, el Re-Start, New Brigthon, el Hagley Park, Lyttleton, la Península de Banks, las orillas del río Avon en distintos puntos de la ciudad ... En definitiva una ciudad con vida, con ganas de salir adelante, dañada sí, pero no derrotada. Y por cierto, un otoño preciosooooooo....
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Rivera del Rio Avon. |
Leímos en algún artículo que la gente de Christchurch andaba mirando hacia el suelo, triste, con la mirada perdida y aunque es cierto que tras el terremoto hay más problemas de ansiedad, stress, miedos,...la gente de Christchurch sigue dándonos la misma sensación que el resto de Nueva Zelanda, es amable, alegre, tiene ganas de hacer, de ver, de crecer,.... de vivir!!!.
Se perdieron muchas cosas, si alguien no ha visto imagenes de Christchurch justo después del terremoto, puede buscar fotos de como era la ciudad y de cómo quedó. La cosa parece que va lenta y no volverá a ser como fue, será otra ciudad, pero con el mismo espíritu. Seguro!!!.
Lo que nosotros hemos ido descubriendo es una ciudad que se volcó en demostrar que seguía de pie, la ciudad está llena de muestras de cariño en forma de esculturas, de mensajes, graffitis, espacios recuperados de las ruinas,... para despertar sonrisas, para no olvidar, para recordar que su ciudad les gusta y que se levantará.
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Monumento en el límite de la zona roja, Christchurch. |
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New Brighton |
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Que se nos va el otoño y llega el invierno, bufff..... !Qué frío!!!!! |